sábado, 19 de abril de 2008

Ya no quiero más falsedades.

¿De verdad crees que no me doy cuenta?
Pareciera que tengas los ojos vendados.
Precisamente ahora más que nunca te he abierto las puertas de mi corazón. Te lo he contado todo, y si hay algo que se me haya escapado, ¿Por qué no me preguntas? en vez de gritar en silencio, y hacerme sentir culpable de algo que ni si quiera sé qué es.
Adelante, te invito a preguntarme, porque según tú, yo no te cuento nada. Ahora noto lo que dices. Dices que te estoy haciendo daño que te hago sentir mal, y que luego me hago yo la victima. Pero, ¿Cuantas veces me has escuchado tú? ¿Cuando te has interesado lo más mínimo por lo que me pasa? Creo que no tienes ni la menor idea del infierno por el que estoy pasando.
Y según tú, yo te ataco, ¿Te ataco, de qué? Solo intento acercarme a ti, cada vez más, para intentar comprenderte, y para intentar ayudarte, pero tú no me dices nada. Y según tú te estoy atacando.
Bien, pues no te preocupes, porque ya no lo volveré a hacer más. No volveré a interesarme por tú vida, aquella que guardas tan callada en lo más profundo de tu ser. Aquella que no eres capaz de sacar a la luz. A partir de este momento todo se acabó.
Que sepas que me entristece ver lo que piensas. Me entristece ver la imagen que tienes de mí.
Porque eso demuestra que no me conoces, ni lo más mínimo.
Sabes, yo daría mi vida por ti, sí la daría. Eso nunca te lo habías preguntado, ¿verdad? tampoco te pido que tu hagas lo mismo. Solo digo que sería capaz, y que sin dudar lo haría, porque tú eres una de las pocas personas que consiguen darme un poquito de felicidad, y con eso ya eres parte de mi vida.
Pero tú eso no lo ves. Y encima me acusas de hacerte daño. ¿Daño de qué? ¿Acaso sabes tú lo que es el dolor? No tienes ni idea.
Te veo cada vez más distante, cada vez más en tu mundo. Ya casi ni me hablas.
La verdad, no te entiendo. No puedo comprenderte.
Tampoco sé de qué te quejas. Lo tienes todo a un paso de ti, todo lo necesario para salir adelante.

A lo mejor tienes razón de lo que dices y soy yo la que no me doy cuenta. Pero no es cierto que todo lo que haga sea para mi beneficio personal. ¿Beneficio personal en cuanto a qué? ¿Qué beneficio podría yo tener de ti? No entiendes que tú eres mi amiga, que te quiero, sí te quiero, y eso es lo que tú no sabes ver. Si sabes que todo lo demás me da igual, que solo te quiero a ti y a unos pocos más.

Y si de verdad te pasa algo conmigo, lo mejor que podrías hacer es hablarlo, y no darlo de lado y directamente rechazarme así sin más. Creía que yo significaba algo más que eso para ti, pero ya veo que me equivocaba.

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