He crecido y no me he dado cuenta.
La llama se ha encendido en mi interior.
He aprendido a escuchar, a comprender, a entender las cosas que la vida desvela a su curso.
Me han destapado los ojos que tenía vendados, y he visto, lo he visto todo.
Y de repente he aprendido también a amar, sí, a amar. El amor... aquello que creía que no existía para mí. Aquello que veía dí a día en la calle, en casa, en la televisión, por todas partes. Y he chocado de bruces contra él, me ha pillado por sorpresa de una forma especial. Y así de repente me choco también con el desamor, en una situación en la que hubiera preferido no encontrarme.
Y Aquí estoy de nuevo, siguiendo adelante, afrontándolo, e intentando ver de nuevo la ilusión que tenía antes, las ganas de luchar,de ganar,de vivir.
Ha pasado un año, pero en realidad ha pasado una eternidad. El mundo entero se ha puesto del revés.
Es posible que me sienta perdida, desorientada. Porque no encuentro nada que me llene en el camino. Nada que pueda hacer para volver al principio de esta historia. Estoy atrapada en el tiempo, soy su mayor prisionera. Tiempo que pasa lentamente, quitándome vida poco a poco. Tiempo que no perdona. Que condena.
Estoy cansada de esta historia sin sentido que no me lleva a ninguna parte. Esta historia que me atrapa, me retiene y me aprisiona cada vez más fuerte. Cansada de pensar tanto, de que salga el pepito grillo de mi interior, que me recuerda todo lo que he hecho mal, todos y cada uno de mis errores. El pepito grillo que viene a pedir candela, que me agrede hasta que se queda satisfecho.
Pero lo que más rabia me da, es que no puedo hacer nada, absolutamente nada, que mi destino está en manos de otros.
Nada.
La llama se ha encendido en mi interior.
He aprendido a escuchar, a comprender, a entender las cosas que la vida desvela a su curso.
Me han destapado los ojos que tenía vendados, y he visto, lo he visto todo.
Y de repente he aprendido también a amar, sí, a amar. El amor... aquello que creía que no existía para mí. Aquello que veía dí a día en la calle, en casa, en la televisión, por todas partes. Y he chocado de bruces contra él, me ha pillado por sorpresa de una forma especial. Y así de repente me choco también con el desamor, en una situación en la que hubiera preferido no encontrarme.
Y Aquí estoy de nuevo, siguiendo adelante, afrontándolo, e intentando ver de nuevo la ilusión que tenía antes, las ganas de luchar,de ganar,de vivir.
Ha pasado un año, pero en realidad ha pasado una eternidad. El mundo entero se ha puesto del revés.
Es posible que me sienta perdida, desorientada. Porque no encuentro nada que me llene en el camino. Nada que pueda hacer para volver al principio de esta historia. Estoy atrapada en el tiempo, soy su mayor prisionera. Tiempo que pasa lentamente, quitándome vida poco a poco. Tiempo que no perdona. Que condena.
Estoy cansada de esta historia sin sentido que no me lleva a ninguna parte. Esta historia que me atrapa, me retiene y me aprisiona cada vez más fuerte. Cansada de pensar tanto, de que salga el pepito grillo de mi interior, que me recuerda todo lo que he hecho mal, todos y cada uno de mis errores. El pepito grillo que viene a pedir candela, que me agrede hasta que se queda satisfecho.
Pero lo que más rabia me da, es que no puedo hacer nada, absolutamente nada, que mi destino está en manos de otros.
Nada.
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