jueves, 10 de enero de 2008

Confusión


¡Que confuso es todo!
Aquella noche, todo ocurrió muy rápido. A mi lado, varias chicas discutían mientras aceleraban el paso por la calzada que nos llevaba al pub. Cuando entramos en él, nos topamos con una concentracion asfixiante de gente que bailaba al son del ruido de los altavoces. Desde que entramos hasta que salimos, todo fue muy confuso. La falta de aire y el ajetreo de la gente me marearon dutante el principio de la noche, por lo que busqué un lugar tranquilo entre la multitud, y me fui al la lejana esquina de la barra. A partir de este momento los recuerdos vacilan confusos en mi cabeza, no recuerdo exactamente lo que pasó, solo que estuve un buen rato con un chico que me pareció simpatico, tampoco me acuerdo de lo que hablamos, ni lo que hicimos. Lo siguiente que me viene a la cabeza es el fuego agobiante que apareció de repende desde la puerta principal, bloqueando así la salida, y provocando un embotellamiento en la unica salida de emergencia situada en la otra punta de la tasca. Y lo siguiente me viene borroso, totalmente borroso: gente intentando salir del pub, unos dando golpes, impacientes, otros tropezaban y eran aplastados por los demás, muchas manos arriba, gritos, miedo, pánico, y yo plantada en medio de todo aquel lio con un chico a mi lado. Nos miramos a la cara y nos fundimos en un intenso beso.
Después yo aparecía en medio de la calle, sana y salva, como por arte de magia, y recuerdo que tenía mucho frío, estaba nevando, y apenas bestía una chaqueta de primavera y unos vaqueros. Miré a mi alrededor, pero ya no estaban ni mis amigas, ni aquel chico, ni nadie...todo era muy confuso. Y lentamente me iba encaminando de vuelta a mi casa, no podía correr puesto que tenía cada particula de mi cuerpo helada, pero sabía que tampoco me podía quedar allí mucho tiempo porque moriría congelada. Las calles estaban vacías, la noche era ya muy cerrada, y no llevaba nada encima, ni movil, ni llaves, ni dinero. Recuerdo que me paré en seco al llegar a la plaza central, y ver, desconcertada, como un golem de nieve corría hacia mi, con aspecto agresivo. Lo siguiente que vi fue el puño del golem en mi cara...y lo siguiente fue el techo de mi habitación.

Es extraño lo raro que pueden llegar a ser los sueños. Y lo confusos que son los sentimientos interpretados en ellos.

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