Ando por la calle, voy caminando tranquilamente por el centro historico.
Mis pantalones son anchos, se extienden por mis piernas transmitiendo una sensación inusual de soltura. Sobre mi espalda, cuelga una mochila, apoyada sobre mis dos hombros, algo descolgada. No pesa practicamente nada. La gente me mira, yo les sonrío.
Una sensación de satisfacción me invade, me siento bien.
Todo indica, o me lleva a interpretar, que domino la situación. No tengo nada que envidiar, como tampoco tengo nada especial.
Simplemente sonrío.
Mi mano izquierda sujeta una carpeta, no demasiado grande pero tampoco demasiado pequeña, donde parece ser que guardo trabajos de dibujo.
Giro la cabeza hacia la izquierda, con aire de curiosidad, y veo un callejón sin salida, con un graffiti que me llama la atención, en el leo las palabras: hors du temps.
Esa frase la he visto antes, en varios sitios diferentes. Son tres palabras francesas, sin significado aparente para muchos. En cambio, desde mi punto de vista, no es algo que pase desapercivido.
Vuelvo a mirar al frente, esta vez tuerzo a la derecha, y tras cruzar una larga calle, vuelvo a torcer a la derecha, una callejuela me lleva a una plaza grande, que me muestra al fondo la catedral.
Mis ojos miran hacia arriba, admirando la gradiosidad de la construcción.
Continuo mi camino, y vuelvo a sonreir. =)
0 comentarios:
Publicar un comentario