jueves, 14 de febrero de 2008

Que fuimos y seremos nada.

Y me di cuenta, que fuimos y seremos nada.
Que en ese momento, ansiaba realmente que él me cogiera en sus brazos, por la fría calle, mientras tú pasabas mirando.
Que el me besara sin más, con esa ternura tan suya, y el deseo inesperado de una sorpresa bajo el brazo.
Ese momento, en el que el tiempo se para...
Momento crucial, grand esplendor.


Hoy siento, que mis sueños nunca se harán realidad.
Que estoy atrapada en un mundo de fantasía y esperanza del que no puedo salir.
Y que deseo, fervientemente que alguien me destape la venda de los ojos, y me haga ver, cuanto he dejado atrás, y cuanto voy a perder luchando por lo que podría llegar a ser presente algún día, pero que no lo será.

Y, al mismo tiempo, no puedo dejar de soñar, porque es lo único que me queda, antes de quedarme con nada.
Sola como nunca, sola como siempre.
Y se que me mata el mismo sol que a ti te alumbra, pero que no puedo hacer nada para apaciguar el tiempo antes de que llegue la noche.

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