Una de las razones por la que deseo volver a mi niñez, es porque conforme vas creciendo te das cuenta la falsedad de la gente, descubres multitud de apariencias y engaños, y llegan a tus oídos relatos y hechos que jamás hubieras imaginado, y que comparandolos con lo que llevas de vida te choca fuertemente. Es curioso la cantidad de mentiras que puedes escuchar en un día, y la hipocresía de las personas al contarlas. Pasan desapercividas, entre frase y frase, de forma rutinaria. Ahora que miro hacia atrás, me doy enteramente cuenta que he perdido dos años de mi vida. Nunca tuve una preadolescencia, pues pasé de la infancia a la adolescencia directamente.
Por más que le doy vueltas a la cabeza, no lo entiendo. No entiendo como has podido herirme tanto. Y lo sigues haciendo sin darte cuenta. Me ahogas en una negrura espesa, entre la depresión y la muerte. Yo, por mi forma de ser, soy incapaz de reaccionar. Te miro, me miras, y me preguntas que qué me pasa. Yo hago como si no pasase nada, y niego con la cabeza, pero en el fondo, mi corazón grita desesperadamente, queriendo ser escuchado. Todos los días pasa lo mismo. Los hechos se repiten de forma rutinaria, y cada vez la raja de mi corazón de hace más grande. Te odio tanto...y a la vez no quiero perderte, porque eres la única persona que confía en mi...son tan contradictorios mis sentimientos...desearía arrancarlos de mi alma para encerrarlos en un cofre bajo llave, y hundir el cofre en lo más profundo del mar...
Pero es que eres tan falsa conmigo..., solo muestras a la luz tus apariencias, tus engaños. Cuando en verdad yo se que no eres así, yo se que me admiras, me quieres. Pero en cambio eres injusta conmigo, y ¡te lo reprocho! añoro tiempos pasados,... tiempos en los que todavía conservaba la inocencia de una niña, esa inocencia que tapa todos los problemas y que no ve ni escucha la maldad,... la pura inocencia de quien desconoce la verdad.
Ahora, me siento más sola que nunca; y tengo la sensación que nunca volveré a salir de mi soledad. Que este mundo no esta hecho para mi. Y que como nadie me quiere realmente, nadie merece mi amor.
¡lagrimas!
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