Hoy me desnudo ante todos. Para mi no existe nada ni nadie que detenga mi amargura, no tengo razón por la que existir, por lo que tampoco tengo nada que ocultar.
Egoísta;
Lo soy, solo pienso en mi y en mi propio beneficio, no me planteo siquiera la posibilidad de que alguien necesite mi ayuda, o que deba hacer algo por alguien.
He sido egoísta al no saber escuchar, al no saber interpretar. Al pedirte muchas cosas, cosas que solo quería yo. Y tú cedes a mi ansiedad, a mi avaricia, sin saber, que este egoísmo me hunde cada vez más.
Indecisa;
Lo soy, no sé lo que quiero, no tengo nada claro, nunca, y luego me arrepiento de cosas que hago porque en el momento de hacerlas no soy capaz de dar un paso atrás. Porque no sé si lo que digo es de corazón o pura rutina. Porque no sé si te quiero o si no. Me gustaría tener claras mis ideas, pero no es para nada así.
Solitaria;
Siempre, y hasta la muerte. Estoy enamorada de la intimidad, aprovecho cada segundo de mi soledad para centrarme en mi misma, ...y no me doy cuenta que cada vez me voy quedando más sola, que ya he perdido mucho..., y que es tarde para recuperarlo. Estoy sola porque así lo quiero, y también porque así me tocó vivir.
Amargada;
Así estoy, al ser solitaria, y por mucho que ame la soledad, eso no implica que desee en algunos momentos estar con alguien y hechar unas risas. He sido así desde que nací, y así moriré.
Estos son los cuatro adjetivos que mejor me definen. Me desnudo ante vosotros amigos, y os prevengo de mí.
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